Tú sabes qué comportamiento de tu destinatario debe cambiar. Tú sabes qué comportamiento es incorrecto y cuál el correcto. Pero mucha gente comete el error de no entender realmente por qué las personas se comportan de la forma en que lo hacen.
¿Comprendes realmente el comportamiento de tu destinatario? ¿Cuál es la actitud y conocimiento de ellos? ¿Qué ganancias obtienen?
NUESTRO CASO DE SIMONA: no comprender el comportamiento impide diseñar una solución
Simona cree fuertemente en la conservación de la naturaleza. Proteger la biodiversidad es su misión en la vida. Desde su punto de vista su destinatario sólo necesita entender el increíble valor de la biodiversidad para cambiar su comportamiento. Explicar el valor de la naturaleza y explicar por qué ciertos comportamientos dañan la biodiversidad debería ser suficiente.
Pero esto no funcionó. Años de explicaciones y educación no resultaron en un cambio de comportamiento. La reacción de Simona no fue abandonar sus actividades y cambiar de curso, si no intensificarlo; se dedicó a explicar más y a educar más. El resultado fue más resistencia.
¿Puedes pensar en tres razones por las cuales las personas se comportan de manera negativa en un parque y no ven ningún problema en hacerlo?
Si un discurso y una charla no sirvieron, hay que dar más discursos y más charlas. Si un folleto no es efectivo, hay que hacer más folletos. Y publicar informes que evidencien mejor que tú estás en lo correcto.
En muchos casos, empujar tu mensaje más duro, sólo resultará en más resistencia al cambio.
¿Comprendes a tu destinatario? ¿Hiciste lo siguiente?